I: El olvidado poder de la palabra escrita
La semana antepasada la ciudad fue otra, sus habitantes fuimos víctimas de un rumor que se esparció igual que los cristales de un auto rafagueado por ambos lados. Un correo que empezó como un simple plagio de algunas leyendas urbanas gringas, se fue transformando en una amenaza de muerte a toda persona que anduviera en la calle ese fin de semana, poco a poco el mensaje del miedo se fue haciendo más detallado, la masacre sería en tales calles, tales bares y a tales horas, durante quince días el dichoso mensajito se fue haciendo fuerte y los medios de comunicación, que del manejo de información no saben nada (a menos de que les convenga) tampoco supieron como tomar el asunto, así que lo dejaron a consideración de cada quien, "ahí usted sabe si sale o no sale".
El jueves por la noche toda la ciudad hablaba de lo mismo "El Chapo se va a cobrar la muerte de su hijo con 1000 vidas juarenses", hasta ahí se había distorsionado el asunto, yo, que por lo general a cualquier correo electrónico que me llega en cadena lo considero una vil mentira, hasta bromeé con mandar otro mensaje donde los antros mencionados por el correo mortal ofrecieran tequila y cerveza gratis a las primeras 100 personas que llegaran, además de la rifa de varios cuernos de chivos para recibir como se debe a los emisarios del mal.
Luego empezé a cuestionar la información y el sentido del correo maligno, si yo fuera un criminal de lo peor no tendría ninguna consideración de andar avisando lo que voy a hacer, ni a que horas ni donde, aquí los creyentes me decían, no seas pendejo Solzimer, los malos no son los que mandaron el correo, es alguien que conoce a una fuente muy confiable dentro de la policia, el ejercito y las AFIS, aparte de confiable, pensé, muy cabrón, tener una fuente así en tres corporaciones policiacas es algo que ni el presidente de México Felipe Calderón Hinojosa ha logrado ni ¿Qué no te ha llegado el correo? Pues la verdad no, y nome había llegado, un amigo había recibido un mensaje de texto en su celular el sábado 17 de mayo: “Este fin de semana van a matar a mucha gente en Juárez”
-Hombre, que bueno que te avisan- le dije a mi amigo. -¿cuándo te mandaron ese mensaje? ¿el 2 de enero?- le dije tratando de hacer un chiste que hasta ahora nadie que no haya sobrevivido el 2008 en Juarez entiende.
La cuestión es que a mi el correo malditito no me causaba temor alguno, la broma pendeja de uno o varios cabroncetes sin quehacer, encontró eco en una sociedad alterada, unos medios bastante atarantados y algunos delicuentes que le vieron bastante futuro a reforzar el rumor, yo seguía con los que pensaba que no iba a pasar nada, nada de lo que decía el mensaje: balaceras en las calles, enfrentamientos en centros comerciales, ejecuciones masivas en los bares más fresas de la ciudad. El escenario era cruel pero interesante para mi, fervoroso creyente del apocalipsis y fan de Cioran, tenia que admitir en aras de la razón que el mensaje era tambien totalmente inverosimil.
II:Mercurio y Jupiter, el sonido del plomo, el aroma del fuego
Y en esa postura estaba hasta que el miércoles a mediodía escuché la rafaga de balas atravezando el metal de un auto, yo, que hasta ese momento estaba en el club de idiotas que creen en el porvenir, pensaba que ese ruido venía de alguna herramienta, ustedes saben, el vecino que quiere mejorar el desempeño de su aire acondicionado haciendole varios orificios con un cuerno de chivo. Por supuesto el Solzimer realista simplemente dijo, alguien acaba de valer madre, y el optimista pensó que había sido varias cuadras mas allá de mi hogar, así que me fui a pie a la casa de mi suegra y llegando al parque lo ví, el auto azul, los vidrios rotos, la gente asomándose al interior del vehículo para luego hacer mutis y colocarse a una distancia respetuosa, me cuesta admitirlo, pero al principio, no quize aceptarlo, caminé por la banqueta hasta el auto y ahí estaba el muchacho caido hacia su lado derecho, muerto, asesinado por las balas que acababa de escuchar.
Seguí mi camino confundido por el miedo, así que esto es lo que se siente, un temor a todos, una especie de rencor, en menos de tres cuadras te das cuenta de que la gente sigue su vida como si nada, si no estas cercas, la muerte puede ir y venir por donde quiera, era un chavo de unos 23 años, según los testigos le dispararon desde una motocicleta, estaba hablando por el celular cuando lo mataron, lo venían persiguiendo y según los noticieros, le estaba hablando a sus padres, es muy probable, su madre llegó a la escena del crimen unos treinta minutos después.
Aún con eso, en la reunión familiar del jueves yo seguía cuestionando el dichoso correo que hasta ese día no había recibido (lo leí hasta el lunes), para mí el mensaje seguía siendo obra de un cabrón sin quehacer, y que dadas las circunstancias había encontrado un terreno bastante fertil para esparcirse en una ciudad donde han sucedido el 25% de las muertes relacionadas con el crimen organizado en todo el pais.
De dónde salió ese correo?, porqué las autoridades no han dicho nada?, si van a matar a 1000 personas cómo van a hacer para contarlas?, si el mensaje va dirigido a los rivales, qué sentido tiene decir donde van a ir a buscarlos? Es una estrategia del miedo- deciá yo -es más barato, y sus alcances son considerables, ningún narco se va a poner a matar gente nada más porque sí, nadie me dio respuestas concretas, todos insistieron en que lo mejor era tomar precauciones “por si acaso”, de regreso a casa, en el otro extremo del parque donde había sido ejecutado el muchacho, nos esperaba, totalmente inmovil pero poderoso, un auto envuelto en llamas.
Rodeamos el parque, dejamos a un sobrino en su casa y regresamos a la nuestra, los bomberos, 4 patrullas y el famoso cordón amarillo decoraban nuestra apreciada area verde, los bomberos ya habían extinguido el fuego, había un montón de gente alrededor del parque, nosotros, a quienes la prudencia nos queda chica nos metimos a la casa, cerramos la puerta negra y sus tres candados y preferimos buscar en las noticias alguna información de lo que sucedía a una cuadra de nosotros, no vimos nada.
III: El viernes en que la ciudad desapareció
El optimista imbécil que soy (perdonen la hipérbole) pensó que un corto circuito había provocado el incendio que consumió totalmente el auto, pero el Solzimer siempre fiel a sus principios dijo: ahí por lo menos hay un muerto, en la mañana comprobamos que se equivocó, había tres. Dos en la cajuela y otro en el asiento trasero.
Antes de las nueve de la mañana había 5 muertos en otra calle de la ciudad, dos de ellos sin cabeza, en Soriana levantaron a un joven de 24 años, en el auto dejaron a su hija de seis años, durante el viernes, después de eso, la mayoría de los juarenses tomamos en serio el dichoso y malnacido correo electrónico. Lo que siguió fue la psicosis total.
Al mediodía sonó mi celular pero no lo pude contestar, le hablé a mi suegra y me dijo que tuviera mucho cuidado al regresar, a esa hora, ya iban 17 muertos, cuando salí del trabajo esta ciudad era otra, el tráfico habitual de los viernes simplemente se había desvanecido, hasta tomé la panamericana, cosa que jamás hago y menos los viernes, llegué a casa en 20 minutos (lo normal son 40 o 50 minutos), la casa seguía con la regla de los tres candados, mi esposa había comprado comida y todos estaban en la sala.
-Qué pasó- pregunté.
- Hubo una balacera en Walmart, un amigo del trabajo nos habló como a las cuatro y nos dijo que ni salieramos de la oficina, mataron a un señor en el Bip Bip del Seguro, otro compañero de la oficina me dijo que una de sus fuentes más confiables le aseguró que van a colocar bombas en los centros comerciales.
Mientras comía el sushi que Vera había comprado, le comenté que el tráfico era inusual, que había un retén del ejército a la altura del puente del Cuatro Siglos y que me pasé todo el día checando la información en internet, no encontré nada.
-A poco crees que todos estan diciendo mentiras?- Me preguntó algo indignada por cuestionar la veracidad de sus amigos
- Estamos sufriendo una psicosis colectiva- le dije - de regreso a casa desconfié de todo auto que se me acercara demasiado, creo que todos lo hicimos, cualquier auto, hasta el más pinche me parecía conducido por un criminal, de hecho eso pienso todos los días, pero ahora aparte de conducir un auto, creí que todo hombre al volante traía un arma, estos veinte minutos me parecieron eternos, con eso te digo todo.- el dije mientras buscaba unas servilletas
-Estas mal, porqué razón un amigo me iba a decir que escuchó la balacera en Walmart? –
-Porque al igual que todos, este dia tambien amaneció paranóico. Además, ¿porqué esa fuente tan confiable de tu amigo nada más le avisa a él? O es un ojete, o tu amigo es el único que le cree todo lo que dice. –le contesté algo desesperado.
En las noticias no hubo nada, el sábado por la noche tambien fue lo mismo, un reportero de Newspaper Tree paseó por las bares de la Juárez y confirmó que los rumores corrían rapidamente: acaban de matar a doce personas en tal bar, en este otro a tres, en esta calle balearon a seis, en la calle no había nadie, 21 personas eran muchas para la cantidad de gente que andaba a esas horas recorriendo nuestra triste y mugrosa avenida nocturna.
El domingo muchos amanecieron frescos, otros lo hicimos crudos, y 8 según El Diario, amanecieron frios, Norte dijo que siete, los que hayan sido, la cifra quedó muy lejos de lo que aseguraba el correo funebre que nos robó la tranquilidad durante una semana, en lo que no se equivocaron ninguno de los periódicos fue en lo de dos policías asesinados,tambien coincidieron en el desplegado que mandó publicar la presidencia municipal, en el cual, nuestro alcalde José Reyes Ferriz nos decía que no había que dejarnos de los cobardes que aprovechando el anonimato, intentaban hacernos prisioneros en nuestras propias casas, que había que confiar en nuestras autoridades, y que todas ellas, municipales, estatales y federales, estaban trabajando de manera conjunta por la seguridad de nuestra ciudad, ajá, y ¿porqué no publicaron ese mensaje el viernes? ¿Prudencia, precaución, o cobardía?.
Recordé entonces la madrugada entre cervezas y cartones recortados que pasé con Vera construyendo la maqueta de una altar para la platica dominical de padres a donde acudo obligado por la primera comunión del joven Diego, “nos somos más que una legión de cobardes, los bravos del norte hace 90 años que desaparecieron de esta tierra”, Vera, ante la hora y la cantidad de tragos que me había visto ingerir no dijo nada. Amanecimos, y eso era lo que importaba.
A la 1:00 de la tarde el equipo local de futbol, Los Indios de Juárez ascendían a primera división, el miedo, el correo del terror, todo eso desapareció, la gente salió a tomar las calles durante el resto del día, hasta fueron a la iglesia a medianoche, carajo, coño, dije para mis adentros, Dios salve al futbol. Es hora de irse a dormir, arrullado por la triste y larga silaba de las ambulancias.
IV: La justicia no existe, pero la razón ¿dónde quedó?
Para los empresarios lo que pasó el fin de semana fue lamentable, estan evaluando exigirle al presidente que declare a Juárez zona de desastre, pues las perdidas económicas que ocasiona la inseguridad, son comparables a las causadas por un desastre natural, antes de decir no mamen, por que lo mismo hará Felipe Calderón, yo considero zona de desastre la ignorancia en que vivimos, porque aparte de cobardes, somos unos imbéciles, incapaces de razonar, de cuestionar cualqier cosa, lo que hemos hecho ante esta carnicería, es decir “se lo merecen”, “quien mal anda mal acaba” y y de quienes andan cerca por casualidad de los que mal andan, pues ni modo, ya les tocaba.
Y no señores, la cosa no va por ahí, vamos rozando la cifra de 500 muertos en esta ciudad, consecuencia de una guerra que se libra en todo el país, ¿suena bien? Claro que no, porque por lo menos hay 500 asesinos sueltos en esta ciudad y que andan como si nada matando policias, puchadores, vendedores de drogas, empresarios y gente inocente, y nosotros seguimos pensando que esta bien y que ni modo, ahí ya estamos errando el camino y gacho, sean lo que sean, las victimas de estas ejecuciones son personas, y si merecen o no ese final a sus vidas eso es cosa aparte, lo minimo es que por cada homicidio caiga un responsable, por supuesto que eso no va a suceder, pero ya basta de seguirle el juego al sistema, un homicidio es un homicido, es quitarle la vida a otra persona, y aunque uno quiera que se mataran todos entre ellos, eso tampoco va a suceder, y tampoco esta bien que uno piense de esa manera, porqué, porque uno se acostumbra a todo, cuando esta carnicería inició, uno decía, mientras no maten inocentes todo esta bien, a la fecha van como 8 personas que entran en esa categoría y ¿alguien ha reclamado algo? Ya hubo una marcha hecha con muy buenas intenciones, pero en este país es sabido que nada se logra con eso.
Otra cuestión que tambien es lamentable, es que en ningún medio se hizo un llamado ala razón, nadie dijo vamos a realizar un analisis serio de este correo que nos tiene espantados a todos, es cierto que había razones para creerlo, la calles de nuestra ciudad desde que empezó el año son un arroyo de sangre, ¿y? veamos este mensaje con atención, de dónde proviene, hay fundamentos en lo que dice, ¿es coherente? ¿tiene sentido? ¿Nos advierte de algo que no esté sucediendo? Carajo, alguien debió haber dicho, aliviánense, cordura señores y señoras, y aparte, para que amarrara el asunto, alguien debió ponerse en plan intransigente y exigirle a las autoridades que investigara el origen del pinche correo mamón y meterle una chinga al responsable, por lo menos eso, chingao, no pueden con el narco, no pueden con la violencia, minimo encuentren a este o estos cabrones que les pareció gracioso poner a la ciudad de rodillas. Ya de perdis.
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